Varias investigaciones revelan que los hombres cuyas edades están comprendidas entre los 46 y 50 años, tienen mayor propensión a serles infieles a sus parejas, básicamente por un proceso mental de aceptación de la edad y por un acusado bajón en la líbido, que lleva a los que la padecen a pensar que el problema está en su monogamia.

Como parte de este proceso, igualmente las investigaciones indican que exactamente a los 50 años es cuando el hombre consume mayores estimulantes para elevar la libido, cuyo fármaco más famoso es el archiconocido viagra.

Desde el punto de vista profesional y económico, alrededor de los 50 años muchos hombres se sienten realizados ya que ha logrado sus metas, y considera que puede conquistar a mujeres mucho menores que él que puedan verlo interesante. Se siente exitoso y con una alta autoestima.

La infidelidad en parejas maduras

Esta euforia de los 50 es causada por los resultados obtenidos a los 30 y 40 años; donde tiene una pareja estable, una sexualidad plena; pero con grandes retos en el área profesional, económica y familiar, en donde la prioridad es formar un patrimonio para su esposa e hijos. Estos retos le producen un enorme estrés que lo desencadena a la llamada “crisis de los 40”.

Algunas motivaciones de la infidelidad de los hombres después de los 50 años son las siguientes:

  • Crisis de la mediana edad. Los hombres de estas edades quieren volver al pasado y sentirse como de 20 años. Por tanto consideran que antes de que los años sigan pasando quiere “echar una canita al aire”.

  • Naturaleza ¿polígama? Este es un debate muy frecuente, donde se discute si el hombre es monógamo o no por naturaleza. Sin embargo, muchos hombres cuando llegan a los 50 años es cuando se hacen estas preguntas, por miedo al avance de la edad.

 

  • Romper con la rutina. Cuando el hombre llega a los 50 años seguramente a tenido una vida muy agitada, llena de problemas que resolver, con mucha rutina y poco tiempo para las diversiones. Muchas veces el hombre busca diversiones y aventuras como un aliciente en su vida, aunque esta no sea la solución.

  • Sentirse deseado. Con el paso de los años la sensación de sentirse deseado se convierte en cariño y apego con la pareja, por ello el hombre a esta edad echa de menos la pasión de los primeros años de matrimonio, sentirse especial. Esto hace que se sienta inseguro afectivamente.

  • Falta de metas por alcanzar. Cuando se es joven, el hombre tiene muchos sueños y ganas de triunfar; pero con el paso del tiempo y el logro de estas metas, se siente aburrido y sin esperanza de cara al futuro. Muchas veces, en este estado de insatisfacción se desea saciar estas carencias con una segunda oportunidad amorosa.

  • Conceptos distintos de infidelidad. Para algunas personas el “coqueteo” con otra mujer no es evidencia de infidelidad, mientras que para otras es un episodio muy reprobable. Si se tienen diferencias en este punto, deben conversarse para evitar disgustos.
Compartir