Si tus articulaciones funcionan bien, es posible que no pienses demasiado en ellas, pero hay que estar atentos a la salud articular, es importante mantenerlas fuertes, sanas y sin dolor. Ante cualquier sospecha, dolor o molestia en una articulación (rodilla, cadera, hombro…) se debe acudir al traumatólogo. La atención temprana es fundamental para evitar problemas serios.
Una de las enfermedades más frecuentes en la edad adulta es la artritis, una enfermedad que provoca dolor, hinchazón y rigidez en las articulaciones. A continuación veremos algunas formas de mejorar la salud de las articulaciones y reducir el riesgo de rigidez y dolor debilitantes y para mantener la salud en general.
Mantenerse activo
El ejercicio regular mejora la función articular, retrasa la discapacidad y disminuye el dolor en personas propensas a sufrir de las articulaciones. Para maximizar la salud éstas, es aconsejable realizar 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada al menos cinco días a la semana. Ejercicios como la natación y las caminatas rápidas son los mejores ejercicios para las caderas, las rodillas y la espalda baja. Estos ejercicios de bajo impacto ejercen menos presión sobre las articulaciones que otros entrenamientos más intensivos. Otros ejercicios que no dañan las articulaciones son montar en bicicleta y el levantamiento de pesas. Dado que algunas formas de ejercicio pueden suponer un mayor esfuerzo para las articulaciones, consulta siempre tu traumatólogo en Bilbao antes de iniciar un nuevo programa de ejercicios.
Mantener el peso bajo control
Si tienes sobrepeso u obesidad, estas sometiendo a tus articulaciones a una tensión adicional, especialmente a las rodillas, lo que aumenta el riesgo de desarrollar artrosis y otros trastornos articulares. Ganar peso también aumenta la inflamación, lo que puede contribuir a los problemas articulares en las manos y las rodillas.
Perder sólo 5 kilos reduce el riesgo de padecer problemas en las rodillas, y una pérdida de peso del 5% del peso total puede reducir la discapacidad y el dolor. Aumentar la actividad física, beber agua antes de las comidas, evitar las bebidas azucaradas, comer muchas proteínas y verduras, y reducir la ingesta total de calorías son formas saludables de perder kilos si tienes sobrepeso u obesidad.
Aumentar el consumo de vitamina E y omega-3
La ingesta de estos nutrientes es importante para la salud de las articulaciones, y puedes encontrarlos en una gran variedad de alimentos.
- Come frutos secos y semillas, como las nueces y las semillas de calabaza.
- Espolvorea semillas de lino en la avena del yogur y en las ensaladas.
- Incorpora aceites de semillas de calabaza o de oliva en salsas o recetas para hornear a baja temperatura, o saltea ligeramente los alimentos en estos aceites.
- Intenta comer dos raciones de pescado rico en omega-3 -como salmón, sardinas, atún, trucha de lago, arenque o anchoas- cada semana.
- Deja de fumar. El tabaquismo es un factor de riesgo para desarrollar artritis reumatoide, cuanto más se fuma, mayor es el riesgo.
Higiene del sueño
Descansar bien por las noches es un componente clave para mantener unas articulaciones sanas. Por desgracia, muchas personas de mediana edad no duermen lo que necesitan. Si eres uno de ellos, establecer un horario regular para acostarse puede ayudarte a cumplir con tus requisitos de sueño.
Puede dar pereza preocuparse por el cuidado de las articulaciones, pero cabe prestar atención al igual que hacemos con cualquier otro problema de salud, en general, todo lo que beneficia a tu salud general también es beneficioso para tus articulaciones.
En mis años subido a la bicicleta aprendí que nunca es tarde para abordar un proyecto que quizás esta reservado para los más jóvenes ¡Como yo!