La varicela es un virus producido por la varicela zóster (VVZ), que se desarrolla en mayor proporción durante la etapa infantil (entre 3 y 10 años), pero también puede desarrollarse en los adultos como el virus normal (por primera vez) o repetir el virus ya sufrido durante la infancia y que quedó activo en los ganglios nerviosos.
El Herpes zóster es la reaparición del virus, que se produce durante la disminución la inmunidad celular. Puede producirse por tratamientos de enfermedades, como el cáncer, como resultado de caída de las defensas o el caso más común, durante la adultez, en especial después de los 50 años y en ambos sexos por igual.
El virus se transmite sobre todo mediante el estornudo y la tos; y por el contacto con objetos que hayan sido manipulados por personas que tengan varicela.
Síntomas
Los síntomas de la varicela de adulto, se refleja en los dolores neurológicos y erupciones con ampollas en el ganglio afectado. El ganglio con zóster más popular es el de la zona del tórax.
Otro herpes zóster que se localizan en la cara son el oftálmico, que afecta los nervios trigéminos, y el geniculado (síndrome de Ramsay Hunt) que se encuentra en los nervios faciales.
Entre los síntomas más comunes que pueden darnos indicios de la presencia de varicela, están los siguientes:
Dolores de cabeza, articulaciones y debilidad de los músculos
Fiebre ubicada entre los 38 y los 39 grados centígrados
Manchas en piel. Este es el síntoma más evidente ya que se presentan en forma de erupciones rojas, abultadas y redondas. Se presentan en la cara, las extremidades, el cabello y las mucosas.
Picazón intensa en todas partes del cuerpo.
Complicaciones
Durante la edad adulta, la varicela debe ser bien cuidada porque se presentan riesgos de complicaciones, las cuales incluyen:
Infección de las lesiones
Inflamación cerebral (ataxia cerebelosa, encefalitis)
Hemorragias
Neumonía
Septicemia (infecciones del torrente sanguínea)
Deshidratación
Muerte
Tratamiento
El tratamiento más recomendable en los adultos, es la administración de Aciclovir de forma oral; durante las primeras 48 a 72 horas de presentarse los síntomas. Esto permite que la enfermedad dure menos tiempo, con menos dolor y bajas posibilidades de tener complicaciones a nivel neurológico.
Si el adulto que contrajo varicela esta inmunodeprimido, en la mayoría de los casos se requiere ser hospitalizado y administrar Aciclovir de manera intravenosa.
Si la persona contagiada adquirió el virus por primera vez, se recomienda inmunoglobulina específica durante los primeros tres o cuatro días, luego de la aparición de los síntomas. Es una vacuna que se recomienda para evitar complicaciones con las enfermedades ya mencionadas y personas mayores de 50 años con bajas defensas.
Si la persona tiene mucho dolor, se recomienda analgésicos, paracetamol, antiflamatorios no esteroideos y coanalgésicos.
Para concluir, es recomendable vacunarse contra la varicela para así prevenir las complicaciones de la enfermedad y en algunos casos la muerte. Se administra dos dosis y esto hace que la enfermedad si se contrae, sus síntomas sean mucho más débiles y en algunos casos no aparecen.
Soy periodista de salud especializada en la mejora de la calidad de vida en personas mayores… y no tan mayores!