Cuando la edad avanza y las personas dejamos de poder valernos por nosotros mismos, empieza una etapa complicada, tanto para el que envejece como para su familia. Encontrar la fórmula ideal para compatibilizar la vida diaria con el cuidado de un ser querido puede resultar complicado y, en muchas ocasiones abrumador.

La mayoría de las familias, llegados a este punto, suelen recurrir a un centro especializado o a un centro de atención residencial, pero esto requiere de importantes cambios en la vida del dependiente que pueden afectar significativamente a su salud y a su estado emocional.

En los últimos años, muchas familias han descubierto una solución alternativa a este problema, que no es otra que la atención domiciliaria. Un servicio de cuidado de ancianos a domicilio tiene la gran ventaja de que permite a la persona mayor permanecer en su propia casa, sin cambiar drásticamente sus hábitos de vida.

Pero además existen otras muchas ventajas que hoy queremos repasar puesto que la tendencia parece indicar que seguirá aumentando el número de personas que requieran de dichos servicios durante esta década.

Comodidad

Como hemos mencionado, la principal ventaja de los cuidados a domicilio es que su ser querido puede permanecer en el lugar que le resulta más cómodo y donde, sin duda, más feliz emocionalmente será. Puede dormir en su propia cama, usar su baño y continuar con sus rutinas diarias.

Estar en un entorno familiar puede ser especialmente beneficioso para aquellos que sufren enfermedades o problemas degenerativos que afecten a la memoria o a su estado físico, como la demencia, el alzheimer o el parkinson.

Cuidados personalizados

En lugar de tener que ajustarse a los horarios y rutinas de una residencia, un servicio de atención domiciliaria se adapta completamente a las necesidades familiares.

Tanto si el dependiente sólo necesita asistencia durante unas horas al día como si requiere cuidados a tiempo completo en el domicilio, la atención domiciliaria es flexible y completamente personalizable.

Ventajas económicas

Las tarifas de los cuidados a domicilio se cobran por horas, por lo que hay mucha flexibilidad en cuanto a los gastos que puedan tener que acometerse.

El coste medio varía según la localidad donde se preste el servicio, aunque es común que haya tarifas con descuento para los cuidados de 24 horas.

Para las personas que necesitan asistencia a tiempo parcial, el coste de la atención domiciliaria puede ser significativamente menor que el de un centro residencial.

Tranquilidad e Independencia

No habrá que preocuparse de que el anciano pueda quedar solo y caer o lesionarse al realizar actividades cotidianas como ducharse o usar la cocina. Siempre se tendrá la garantía de que se encuentra perfectamente atendido.

Beneficios de la asistencia a domicilio para personas mayores

Y todo ello sin que pierda su independencia. Seguirá manteniendo el control de todos los aspectos de su vida que tenga capacidad de seguir llevando a cabo. Los cuidadores a domicilio son un complemento a sus necesidades, no una persona que vaya a hacerles todo mientras quedan sentados en el sillón

Acompañamiento y participación familiar

Las personas mayores que viven solas a menudo experimentan aislamiento social y sentimientos de soledad que pueden conducir a un deterioro de la salud.

Un cuidador proporciona una cara familiar, una conversación amistosa y una conexión humana significativa, todo lo cual puede tener un gran impacto en la salud y el bienestar general.

Además, los cuidados a domicilio permiten a la familia participar en mayor medida en la vida diaria del anciano y formar parte importante de ella de forma continua. No se pierde el contacto y siempre habrá comunicación directa para conocer su estado o necesidades de cada momento.

No es de extrañar el elevado número de personas que, a diario, se interesan por los servicios de cuidadores a domicilio. Se trata de un servicio útil y necesario que, además, está cubierto por profesionales especializados que aseguran una satisfacción total en un alto porcentaje de los casos.

Y además, teniendo en cuenta la falta de plazas disponibles en las residencias de mayores y los problemas que han sufrido durante la pandemia del Covid-19, se convierte en una solución ideal para compatibilizar cuidados y vida.

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