La leucemia es una clase de cáncer de la sangre en las que se producen grandes cantidades de linfoblastos. Las células cancerígenas se multiplican drásticamente y sustituyen a las células normales de la médula ósea y al tejido blando de los huesos donde se forman las células sanguíneas.

Generalmente la leucemia ataca principalmente a los niños, pero también se observan casos en adolescentes y adultos jóvenes. Predominando este último, en los hombres en edades comprendidas entre los 25 a los 30 años. En los adultos mayores a 50 años, el índice de leucemia está en el orden del 10 al 15%.

La leucemia en personas mayores de 50 años

Síntomas y diagnóstico

Algunos síntomas que pueden observarse para realizar un diagnóstico de leucemia, son los siguientes:

  • Pérdida de apetito

  • Sensación de debilidad

  • Fatiga

  • Fiebre

  • Dolores óseos, articulares y musculares

  • Moratones en los brazos y piernas

  • Hemorragias espontáneas en la nariz y encías

  • Hemorragias excesivas en heridas pequeñas

En algunas ocasiones se pueden presentar otros síntomas, como:

  • Infecciones, como: sinusitis, neumonía, abscesos, etc

  • Aumento de los ganglios linfáticos

  • Molestias abdominales como consecuencia del crecimiento del hígado y el bazo

  • Ganglios linfáticos inflamados

  • Infiltración del sistema nervioso central. Aquí se pueden presentar: dolores de cabeza, vómitos, somnolencia, etc.

  • Inflamación de los testículos (hinchazón, dolor)

  • Dolores de huesos

El diagnóstico se efectúa mediante diversos exámenes de sangre y de médula ósea, donde se analizan los leucocitos, hematíes y plaquetas. Así como, el estudio de los linfoblastos mediante observación por el microscopio.

La leucemia en personas mayores de 50 años

Tratamiento

El tratamiento se realiza de acuerdo a la edad del paciente y de acuerdo al estado general del mismo. El objetivo consiste en eliminar la mayor cantidad posible de células leucémicas posibles. Este tratamiento se realiza en tres fases que explicaremos a continuación:

  • Fase de inducción/remisión. Se aplica periodos intensivos de quimioterapia; es decir, aplicación por via intravenosa de medicamentos antileucémicos. Esto para eliminar las células leucémicas de la sangre y de la médula ósea, permitiendo la producción normal de las células sanguíneas.
  • Fase de consolidación/intensificación. En esta fase el objetivo es reducir la enfermedad residual lo mas que se pueda. Comienza cuando la leucemia está en remisión completa. En esta fase se eliminan las células cancerígenas restantes que pudieron quedar activas en la fase de remisión y que pudieran reproducirse y tener así una recaída.
  • Fase de mantenimiento. En esta fase el objetivo es destruir toda célula leucémica que pudiera reproducirse a largo plazo. Su duración es de dos años y consiste en realizar punciones lumbares para administrar el tratamiento a nivel de esa zona.

En los últimos tiempos se ha puesto en práctica un tratamiento denominado inmunoterapia; el cual consiste en atacar las células leucémicas con anticuerpos monoclonales y también con linfocitos T modificados genéticamente para que ataquen a los linfoblastos. Se aplica sobre todo en pacientes que han recaído, pero se están realizando investigaciones para aplicarlo en un futuro muy cercano, al tratamiento inicial de la enfermedad.

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