Madurar te cambia. Cambia el aspecto de tu cuerpo y su funcionamiento. Puede cambiar tu papel en el trabajo y en tu familia. Incluso puede cambiar radicalmente tu autoestima.

La edad madura y la vejez traen consigo pérdidas y liberación, pero no tienes que enfrentarte a estos cambios tan importantes tu solo. Un buen terapeuta puede ayudarte a adaptarte de forma saludable.

A medida que más y más personas reconocen las importantes conexiones entre la salud física y el bienestar mental, acudir a la consulta del psicólogo se está haciendo más frecuente pues la terapia es tan eficaz para los adultos mayores como para personas de mediana edad.

La terapia puede prepararte para afrontar los cambios

Las hormonas fluctúan a lo largo de la vida. Cuando los estrógenos, la testosterona y otras hormonas disminuyen, afecta a todo, desde los hábitos de sueño hasta el tono muscular y la vida sexual. Además de los cambios en los niveles hormonales, las lesiones y las enfermedades pueden impedirte participar en algunas de las actividades que te gustan.

Y no son sólo cambios físicos. Las relaciones también pueden sufrir grandes cambios entre la mediana y la tercera edad. Es posible que te conviertas en cuidador de tu cónyuge o de tus padres mayores. Los estudios estadísticos demuestran que alrededor de una cuarta parte de las personas de entre 45 y 65 años cuidan de un familiar mayor.

Entre los adultos mayores de 50 años, las tasas de divorcio se han duplicado, lo que puede significar adaptarse a la vida en solitario después de muchos años como parte de una pareja. La resistencia al cambio no tiene que ver con la edad, tiene que ver con el deseo. Sí, el cambio es difícil, pero cualquiera puede adaptarse si realmente lo desea y se compromete con el proceso.

Trabajar con un psicólogo puede ayudarte a:

  • Sintonizar con lo que quieres y necesitas.
  • Aclarar tus opciones.
  • Aprender a confiar en tu propio juicio, incluso en territorio desconocido.

Un psicólogo puede ayudarte si estás sufriendo una pérdida

Perder a un ser querido puede ocurrir en cualquier etapa de la vida. Pero cuanto más tiempo se vive, mayores son las probabilidades de enfrentarse a una pérdida significativa de algún tipo. Los hijos crecen y se mudan de casa. Los amigos y familiares fallecen. Las fases importantes y significativas de su vida llegan a su fin de forma natural.

Un buen terapeuta puede estar presente como apoyo, para ayudarte a procesar la pena y el arrepentimiento, para validar esos sentimientos y apoyarte.

En la madurez, muchas personas revisan sus experiencias vitales, queriendo recordar y hablar de los momentos que destacaron entre los acontecimientos cotidianos. Algunos enfoques terapéuticos se centran intencionadamente en ayudar a las personas a mirar atrás de forma productiva. La terapia de revisión de la vida o de reminiscencia crea un espacio para compartir los recuerdos importantes, ya sean de grandes acontecimientos o de momentos importantes.

Y por último, considera la posibilidad de realizar tu terapia en línea. A algunas personas les preocupa que la consulta online sea menos personal que una sesión en persona. Otros pueden sentirse desanimados por las molestias de la tecnología. Aunque puede llevar algún tiempo adaptarse a la idea de establecer una conexión virtual, muchos adultos mayores prefieren compartir sus preocupaciones con un terapeuta por videoconferencia que con un familiar. Muchos también consideran que la terapia online les ayuda a sentirse menos solos.

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