En la actualidad, se dice que 4 de cada 10 mujeres comienzan a sufrir de problemas circulatorios a partir de los 40, lo que convierte a la circulación sanguínea en un foco de atención para las investigaciones médicas.
El sistema circulatorio es quien se encarga de transportar y facilitar el viaje por el organismo de diferentes sustancias, principalmente el oxígeno y los nutrientes entre muchas otras funciones como por ejemplo normalizar la temperatura del cuerpo, actuar en las defensas de nuestro organismo o reubicar hormonas entre otras.
El torrente sanguíneo en nuestro cuerpo viaja a través del sistema circulatorio el cual a su vez se encuentra conectado a través de todo el cuerpo humano, e impulsado por un motor de bombeo, conocido como el corazón.
Algunos síntomas de la mala circulación son:
Frío en las extremidades, hormigueo y picor en las mismas, el agotamiento permanente, las llamadas arañas vasculares y las venas varicosas en las extremidades por acumulación de la sangre, manos y pies hinchados, ulceras en piernas y pies.
Si varios de estos síntomas se hacen presentes en nuestro organismo debemos acudir a la evaluación médica tomando en cuenta las alternativas ofrecidas por la naturaleza.
¿Qué factores de la vida diaria ayudan a mejorar mi circulación?
- Es necesario conocer que la mala alimentación y los hábitos inadecuados afectan notablemente el buen funcionamiento de nuestra circulación, por lo que es indispensable tener la suficiente conciencia en la importancia de mantener una alimentación sana basada principalmente en legumbres frutas cereales y verduras. Procurando, evitar o bajar el consumo de las grasas y atendiendo sin descuido los buenos hábitos, eliminando de nuestra rutina de vida vicios como el tabaco y los excesos o abuso de alcohol y drogas.
- Los ejercicios como caminar, trotar, bailar, nadar y otros en los que mantengamos actividad física serán de gran utilidad practicados como disciplina diaria o por lo menos tomados como práctica un mínimo de tres veces a la semana.
- El adecuado descanso jugará un papel importante para el mantenimiento de la sana circulación, así como la posición mientras dormimos. Una recomendación es descansar o dormir con las piernas en posición elevada colocando una almohadita bajo los pies para que el fluido sanguíneo retorne correctamente.
Es aconsejable mantener la movilidad y evitar la permanencia por largo tiempo sentados o de pie sin desplazamiento puesto que esto no estimula nuestro torrente sanguíneo.
La naturaleza también nos ofrece alternativas que ayudarán a mantener una sana circulación sanguínea.
- La vitamina B3, aumenta el flujo de sangre permitiendo que esta llegue a las extremidades. Favorece también la formación de glóbulos sanguíneos evitando endurecimiento en las arterias. Esta vitamina la podemos conseguir en algunos alimentos como las carnes magra de aves, el girasol, la remolacha y la lentejas, entre otros.
- La vitamina C, con sus muchas propiedades la cual encontramos en varias verduras como la espinaca y en frutas como la naranja que no solo hace más fuerte nuestro sistema inmunológico sino que previene los coágulos en sangre y fortalece arterias y vasos capilares
- La vitamina E, es otro de las geniales conseguidas por sus propiedades antioxidante excelente para los fortalecer los vasos sanguíneos, actuando positivamente en la circulación y evitando la coagulación de la sangre, esta vitamina produce los glóbulos rojos indispensables para llevar el oxígeno. La misma la podemos conseguir en los aceites vegetales, en el tomate, el brócoli y semillas como la almendra.
Fotógrafo de profesión y escritor por obligación. Si no estoy escribiendo una foto estoy sacando un artículo.