Todos sabemos que durante nuestra vida podemos encontrar todo tipo de personas que física y psicológicamente son distintas. Seguramente, hemos hecho algún comentario en cuanto a que una persona que tiene una edad no lo aparente, ya sea porque parece más joven o más vieja. Esto es debido a que han vivido su vida de manera distinta: con menos o más angustias, conflictos, experiencias positivas o negativas.
Por ejemplo, podemos comparar una persona anciana que vive en el campo con una que vive en una ciudad. Quizás la que vive en el campo, físicamente se ve más deteriorada, aunque sea menor a la que vive en la ciudad. Esto se debe principalmente al estilo de vida que lleve una u otra.
Esto quiere decir que el factor físico de una persona puede determinar que en la etapa de vejez la persona se vea mayor o menor de lo que indica el calendario. Pero el factor psicológico va más allá, y puede incidir en que el aspecto físico sea uno u otro.
Estudios realizados han demostrado que las personas que asumen el paso del tiempo y la etapa de vejez con normalidad y de manera positiva, mejoran considerablemente su salud física y aumentan su autoestima, sobre todo porque no se dejan llevar por estereotipos culturales relacionados con la culminación de la vida.
La doctora Becca Levy, directora de Ciencias Sociales y de la Conducta, de la Escuela de Salud de Yale; pudo demostrar que las personas que toman la finalización de la vida de manera positiva y sin tomar en cuenta los mitos relacionados con ésta, son personas que se conservan en mejor estado de salud física y mental.
Este estudio fue publicado en la revista Psychological Science, y para realizarlo se tomó a 100 personas entre los 61 y 99 años de edad. Las dividieron en dos grupos. Al primer grupo se les pidió que redactaran una historia sobre una persona de la tercera edad que estaba en perfecto estado de salud, al segundo grupo se les comunicó que debían recibir mensajes como “sabio” y “dinámico”, mientras hacían diversas tareas. En este estudio había un grupo control que debía escribir historias sobre ellos mismos.
Luego de transcurrida cinco semanas, la investigación dio como resultados que los que recibieron los mensajes positivos, son los que mejor se sentían físicamente; incluso, muchos mejor que antes de realizar el estudio.
Quiere decir, que no importa el estado físico en el que se encuentre una persona al final de sus días, si mantiene una mente llena de pensamientos positivos y cree sinceramente que tiene mucho que dar y que todavía es importante para su familiares, amigos y sobre todo para el mismo, su vida no solo se prolonga, sino que se mantiene mucho más sano tanto física como psicológicamente.
En resumen, efectivamente la edad es un estado mental. Puedes ser joven y tener una mentalidad de viejo y viceversa. Está en nosotros mismos hacer que mantengamos una vida sana y positiva durante todo el tiempo, sin ponernos limitaciones nosotros mismos.
Fotógrafo de profesión y escritor por obligación. Si no estoy escribiendo una foto estoy sacando un artículo.
